La fotografía infantil es una forma maravillosa de capturar los momentos más preciosos de la infancia, pero a veces puede ser un desafío fotografiar a niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), aunque sobre todo por la incertidumbre y predisposición al fracaso por parte de los padres. Como fotógrafo de fotografía infantil, es importante estar preparado para crear un ambiente seguro y cómodo para estos niños, y para capturar su verdadera personalidad en las fotos, además de la importancia de conocer los pormenores de este tipo de trastorno.

Aquí te damos algunos consejos para preparar tu estudio y tu sesión de fotos para niños con TEA:

Habla con los padres

Asegúrate de tener una buena comunicación con los padres del niño con TEA antes de la sesión. Pregúntales sobre sus necesidades especiales y cualquier información que pueda ayudarte a preparar el estudio y la sesión de fotos. Por ejemplo, aspectos sensoriales del pequeño, como preferencias olfativas, qué juegos le entretienen más (coches, piezas apilables, letras, números…), si toleran el que otras personas le toquen (esto es muy importante), si tienen hipersensibilidad auditiva, etc.

Si es necesario, y personalmente nosotros creemos que lo es, deja que hagan una primera visita al estudio para que el niño/a te conozca, vea el lugar y se familiarice con él. Es un buen momento para hablar de todo lo anterior con los padres mientras el niño investiga el lugar, además de que podrás entablar relación con él y conocer sus gustos sólo con verle jugar.

Pictogramas y Juego Simbólico

El apoyo visual es tremendamente beneficioso para que los niños comprendan qué y cómo se hacen las cosas. Usa pictogramas para facilitarle la comprensión de lo que va a pasar en ese lugar nuevo.

También sería buena idea recomendar a sus padres crear lo que se llama “historia social” con una secuencia de pictogramas donde el niño pueda ver durante los días previos a la sesión, lo que va a pasar. La anticipación es la mejor aliada para estos pequeños, ya que de esta forma evitamos que la situación nueva les estrese o desregule. También sería ideal si durante unos días, los padres jugaran con el niño en casa a “ser fotógrafo”. A esto se le llama Juego Simbólico y ayudará al niño a ver la sesión de fotos como algo a lo que juega con sus papás y que ya conoce.

AQUÍ podéis encontrar todos los pictogramas que se usan comúnmente para personas con autismo. Además podéis encontrar algunas historias sociales que pueden serviros de ayuda para crear las vuestras propias.

Ambiente seguro y cómodo

Una vez que hayas hablado con los padres, prepara el estudio para crear un ambiente seguro y cómodo para el niño. Esto puede incluir reducir la cantidad de estímulos visuales, crear un ambiente tranquilo y reducir el ruido.

Sería conveniente reducir lo máximo la cantidad de juguetes etc. que suelas usas en las sesiones para atraer a los niños o hacerles que se rían. Mejor ir poco a poco.

Lenguaje sencillo

Puede que el niño/a sea “no parlante”, así que asegúrate de utilizar un lenguaje sencillo y comprensible para el niño, evita usar órdenes ambiguas y sé directo y escueto. Esto y los pictogramas ayudarán al niño a comprender mejor lo que se espera de él durante la sesión.

Diviértete con él

Trata de hacer que la sesión sea divertida para el niño/a, y ayúdalo a relajarse y disfrutar del momento contigo. Si el niño/a se siente cómodo y relajado, es más probable que las fotos reflejen su verdadera personalidad.

No intentes que te mire a los ojos o a la cámara, por lo general no lo hará o será de forma fugaz. Céntrate en capturar imágenes del niño/a en las sea él mismo, jugando a girar las ruedas de un coche, apilando o alineando fichas de dominó, pelotas etc. DÉJALE hacer, y te dará momentos preciosos.

Paciencia

Sé paciente. Recuerda que los niños con TEA pueden necesitar más tiempo para procesar la información y comprender lo que se espera de ellos. Sé paciente y no te frustres si la sesión no sale como esperabas. Lo más importante es que el niño se sienta seguro y cómodo durante la sesión.